jueves, 14 de agosto de 2014

IKER Y SUS TAPONES

Esta noticia es antigua pero he conocido a IKER y es una persona increíble y un auténtico luchador, asi que para dar visibilidad a la importancia de algo tan simple como recoger tapones y lo mucho que esto supone para IKER y otras personas en su situación he decidido publicar esta noticia como homenaje a este luchador.

34 toneladas de tapones para la nueva silla de Iker.

Una familia bilbaína recoge tapas de plástico para pagar los 8.000 euros que cuesta el aparato ortopédico que necesita su hijo

A Iker no le ha quedado otro remedio que aprender a convivir con una atrofia muscular, una de esas enfermedades raras que no entienden de edades y que le han obligado a descubrir el mundo desde una silla de ruedas. Sólo un sofisticado aparato ortopédico le permitiría permanecer en pie durante unas horas al día. La cuestión no es caprichosa. El bipedestador -así se llama el ingenio- es esencial para que los órganos vitales del chaval, de 15 años, puedan seguir desarrollándose con normalidad. 

Pero su precio es prohibitivo, sobre todo para una familia acostumbrada a hacer números para llegar a fin de mes.

Lejos de resignarse, los padres de Iker han buscado sin descanso los 8.000 euros necesarios para comprar el artefacto que mejore la calidad de vida de su hijo. Y la vía que han encontrado está escondida 'a rosca' en el fondo del contenedor amarillo, donde se arrojan los envases.

Susana Jato y José Antonio Gutiérrez deben recoger 34 toneladas de tapones de botella para llevarlos a reciclar y sufragar, de este modo, el bidepedestador que necesita Iker.

La empresa Bilboplastic les entrega por de cada tonelada de material 200 euros. Un mes después de empezar con la iniciativa, han entregado más de tres. Y no se amilanan. «No nos hemos marcado ninguna fecha. El caso es conseguirlo», sentencia Susana, que, con la única ayuda de un carrito de la compra, se dedica a recoger las tapas en los supermercados, tiendas, colegios «y donde haga falta». No está sola.

Para llevar a buen puerto su empresa cuenta con el apoyo de amigos y vecinos, que incluso han cedido una lonja a la familia para que pueda ir acumulando el plástico.
Donantes de Bilbao, Durango y de otros puntos de España, como Madrid o Sevilla, ya han contribuido con sus tapones a que el bipedestador de Iker esté cada vez más cerca. Pero no es suficiente. En los supermercados Erkoreka hay habilitados unos pequeños contenedores donde se pueden depositar los tapones. Y, para el 28 mayo, la familia ha organizado un almuerzo benéfico que ayude a desenroscar la solidaridad de los vizcaínos.

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